Una de las asignaturas pendientes más importantes de las empresas o sociedades familiares es la incorporación de una figura externa para la toma de decisiones. Muy a menudo, este tipo de negocios se convierten en el legado familiar, motivo por el cual, se tiende a preferir que la gerencia o las decisiones importantes sigan en manos de alguno de los miembros de la familia.
Sin embargo, con el paso del tiempo, este tipo de empresa familiar puede llegar a enfrentarse a nuevos retos, para los cuales ninguno de los integrantes de la familia esté preparado.
¿Cuándo es necesario contratar a un Interim Manager en una empresa familiar?
Existen muchos motivos por los que contar con una persona externa resulta mucho más recomendable que optar por una persona de tu familia. Algunos se refieren a cuestiones técnicas y competenciales. Otros radican más en la emocionalidad y parcialidad de los miembros de la familia.
Además, el Interim Manager, tras finalizar la misión para la que ha sido contratado, puede llevar a cabo un proceso de «mentoring» con el miembro de la familia asignado para continuar su labor ayudándole a desarrollar habilidades y conocimientos específicos que mejorarán su crecimiento profesional y en consecuencia el crecimiento de la empresa.
Necesidad de profesionalización del equipo directivo para la toma de decisiones
¿Cuántas veces podemos encontrarnos con pymes familiares que carecen de un plan de negocios bien definido o han perdido eficiencia en sus procesos? Este tipo de negocios pueden haberse desarrollado con éxito en las primeras fases de una sociedad, gracias al instinto y talento naturales del fundador. Sin embargo, si no se profesionaliza el equipo directivo, el negocio corre el riesgo de comenzar a ahogarse, como consecuencia de su propio éxito; lo que nos lleva al siguiente apartado.
Crecimiento del negocio
Cuando hablamos de negocios familiares, es necesario diferenciar la figura del emprendedor y del empresario o gestor de negocios. Muy a menudo, los emprendedores y los gestores de pymes hacen un excelente trabajo creando la empresa y haciéndola crecer. No obstante, puede llegar un punto en que el negocio adquiera unas dimensiones para las que se requieran nuevas habilidades.
Si los gestores familiares insisten en continuar aplicando las técnicas que les han llevado hasta donde están, es muy posible que el negocio se estanque o perezca, dado que desconocen cómo resolver las nuevas dificultades. En este sentido, los retos más frecuentes suelen englobarse en la necesidad de:
- Gestionar la nueva burocracia y los procesos de negocios cada vez más grandes.
- Abordar nuevas vertientes del negocio que son desconocidas para los miembros de la familia, pero que suponen una excelente sinergia para la parte consolidada de aquel.
Necesidad de una nueva perspectiva
Las empresas familiares suelen estar fuertemente arraigadas en los planteamientos y filosofía del fundador y de sus allegados más próximos. Éstos, a menudo, ostentan los cargos de responsabilidad, pues son quienes han tenido la oportunidad de conocer el negocio y sus características en mayor profundidad.
Sin embargo, este factor es un arma de doble filo, dado que los miembros de la familia han sido educados bajo un prisma del negocio muy concreto y específico, que puede impedirles ver otras posibilidades para el desarrollo del mismo. Un Interim Manager no sólo aportará su experiencia gestionando otras empresas, sino que dispondrá de una mayor visión del potencial de negocio. Es cierto que primero necesitará imbuirse en la empresa familiar y conocerla en profundidad. Pero una vez se haya adaptado, será capaz de sugerir nuevos planteamientos y posibilidades que podían escaparse a los miembros de la familia.
En conclusión, contar con un Interim Manager puede aportar a la empresa familiar todas estas ventajas:
- El Interim Management implica la incorporación de profesionales con amplia experiencia en una misión concreta, que la empresa ha considerado como estratégica.
- La vinculación es temporal (solo durante la realización del proyecto), lo cual implica un coste variable para la empresa.
- Complementa al equipo directivo, incrementando su valor. Puede existir además una labor de mentoring.
- Se trabaja por objetivos que implica una gran productividad, compromiso e implicación por parte de la persona que ejerce las labores de Interim Manager.
- Gran rapidez en la puesta en marcha y flexibilidad por la experiencia concreta del profesional.
- Mayor objetividad en el desempeño de su labor directiva por poseer una visión externa de la empresa.